La noche es joven

Vuelta al cole, vuelta al tajo... Bueno, todavía no, o no todos. Pero en MNBC ya volvemos a estar en la brecha. Lo primero ha sido despachar todo el correo acumulado durante estas semanas, y lo segundo, volver a retomar nuestra semanal cita con este blog.

Entre los innumerables mensajes que nos han llegado a la redacción, hay un tema que suele ser más recurrente durante estas fechas que en los meses de crudo otoño o invierno: las salidas nocturnas (en bicicleta, se entiende). Y es que los calores estivales invitan a coger la bici a última hora del día, cuando el sol se pone y la temperatura desciende. 

En su día, publicamos la crónica de una salida nocturna con nuestros amigos de Biketown, hace un par de años. Desde entonces, el número de bikers y amigos de MNBC ha aumentado considerablemente y, en bastantes de ellos, ha prendido la afición a la noche (en bicicleta, se entiende; la afición al otro tipo de noche le viene a alguno de bastante lejos...). Sea por un patológico noctambikerismo, sea porque alguno acaba siendo noctambiker por accidente, sea porque uno hace de la necesidad virtud y el bono-bici que le conceden es válido únicamente a partir de la hora en que los niños están acostados, las salidas nocturnas (en bici, se entiende) cada vez tienen más adeptos.

Con esta entrada, solo queremos constatar un hecho que queda de manifiesto en vuestros mensajes. No obstante, no queremos acabar sin facilitaros, además, algo que puede resultar útil a todos aquellos que deseéis subiros al carro del noctambikerismo. Alfonso nos ha pasado la dirección de una página web donde podéis encontrar, a buen precio, un elemento imprescindible: el foco.

¡La noche es joven!