sábado, 4 de julio de 2015

Contra el calor, Cercedilla Challenge Inverse Vespertina

Todos los años por estas fechas, en mayor o menor medida, el calorazo azota Madrid. Y todos los años, en mayor o menor medida, recordamos a nuestros bikers y amigos que hay que ser prudentes y que las insensateces pueden tener consecuencias desagradables. Siempre damos recomendaciones que son de sentido común, conscientes de que es a menudo el menos común de los sentidos. En la medida de lo posible, deberíamos:
  • Aprovechar las primeras o últimas horas del día para salir.
  • Hidratarnos continuamente.
  • Buscar rutas con tramos de sombra.
  • Hidratarnos continuamente.
  • No forzar la máquina como haríamos en salidas sin calor.
  • Hidratarnos continuamente. 
A todo lo anterior, que son consejos generales, podemos añadir planes específicos para bikers que, como nosotros, vivan en Madrid. Y aparte de las conocidas rutas por la sierra, donde la temperatura baja sensiblemente, también podemos recurrir a estrategias como la que ayer disfrutamos varios bikers de MNBC: una Cercedilla Challenge Inverse Vespertina.

La Cercedilla Challenge Inverse Vespertina consiste en coger el tren en Pitis hacia las cuatro de la tarde, llegar a Cercedilla hacia las cinco, tomarse tranquilamente un buen café con hielos (o una cocacola, o cualquier cosa refrescante) en el bar de la estación y empezar a pedalear rumbo a Madrid. Lo primero que uno nota al bajarse del tren en Cercedilla es que la temperatura ha bajado media docena de grados y que el viento que corre es fresco, lo que hace que el pedaleo sea muchísimo más llevadero que en el tórrido Madrid. La segunda ventaja de esta ruta con respecto al calor es que buena parte del recorrido es cuesta abajo, y la brisa que te da de frente al bajar te va refrescando. Por último, a medida que nos acercamos a Madrid, el día va declinando y, en consecuencia, la temperatura va bajando, de manera que entre la salida de Pitis y la llegada a casa hay unos cuantos grados de diferencia. A nuestro favor, claro.

Lo dicho: con el calor, mucho cuidado. ¡Despacito y por la sombra!


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