Este año sí. Este año, todos los bikers de MNBC que nos inscribimos en la Madrid-Segovia 2015 hemos llegado al acueducto: Pablo (con un excepcional puesto 49, en su línea pro), Íñigo, Eduardo, Leo, Héctor, Jesús, Julio, Sergio, Darío, Ramón, Raúl y el que suscribe.
Hemos estado a la altura de una prueba que este año no ha tenido la belleza del año pasado -al no pasar a Segovia por La Fuenfría- y sí ha tenido una desmesurada dureza sobre la que la organización debería reflexionar. Los sube y baja de los últimos veinte kilómetros fueron una puntilla que llevó a muchos bikers al límite de sus posibilidades; y esta no es solo una opinión personal, sino el sentir de muchos finishers con los que he podido hablar sobre la carrera.
Estamos de acuerdo en que ir de Madrid a Segovia en MTB requiere una preparación, que no está al alcance de cualquiera y que embarcarse en semejante empresa sin entrenar es una insensatez. Dicho lo cual, en mi humilde opinión, lo del año pasado estaba dentro de lo razonable: cualquier aficionado al MTB acostumbrado a montar con regularidad puede llegar a Segovia muy dignamente, con un mínimo entrenamiento, por el camino de La Fuenfría. Quizá la organización deba replantearse el recorrido y quizá también el número de inscripciones. Y puestos a replantear, se podían haber evitado también el atasco que se produjo en las vías a la salida de Colmenar, por el afán de meter la carrera por la trialera.
Nos quedamos con el recuerdo de la ilusión con la que hemos preparado esta prueba y, sobre todo, con la alegría que todos experimentamos al llegar al acueducto. Las fotos de abajo son un pequeño botón de muestra. De la intensidad del momento solo sabemos sus protagonistas.
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