domingo, 19 de mayo de 2013

Nuestro gozo en un pozo

No pudo ser. El tiempo no dio tregua, y antes de repetir la lamentable experiencia de La Rocosa, la mayoría de nuestros bikers han decidido no acudir a esa gran fiesta del MTB que es la marcha de Riaza (fiesta, con buen tiempo: con mal tiempo, puede ser un infierno). 

Digo la mayoría de nuestros bikers porque sí ha habido uno, solo uno, Pablo (junior), que ha tenido el arrojo, la determinación, la osadía y la intrepidez necesarias para enfrentarse a la que la propia organización preveía como una prueba "durísima". Y cuando una organización califica a una prueba de "durísima", solo los que hemos pasado por una experiencia tan lamentable como la de La Rocosa, sabemos de qué se está hablando. Excuso decir que Pablo (junior) no estuvo en La Rocosa, y que todavía tiene esa inconsciencia inherente a su juventud (divino tesoro, que en algunos ya se nos ha ido para no volver). 

No quiero dejar, pues, de aprovechar estas líneas para agradecer a Pablo (junior) un pundonor que ha contribuido a dejar muy alto el pabellón de MNBC, cuando otros no hemos estado dispuestos a tales extremos de heroísmo. 

Reproduzco a continuación las declaraciones que Pablo ha hecho a los medios destacados en Riaza, y que acaban de llegar a nuestra redacción: Finalmente hice la de 40 km... Lo he pasado peor en la cola de limpieza de la bicicleta, hasta arriba de barro, nunca había montado con tanto... Era más parecido al patinaje sobre arcilla que otra cosa... ¡Una locura!

Como siempre, Pablo, en su línea: naturalidad, sencillez, sin darle mayor importancia a lo que tiene tintes de épica gesta. ¡El lenguaje y estilo de los héroes! ¡Estos son los bikers de MNBC! (Bueno, algunos).

Pablo (junior) en su inconfundible  Specialized "Vintage" durante la última Cercedilla Challenge



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