domingo, 13 de octubre de 2013

El gastronobiker

El gastronobiker cuenta sus rutas por los restaurantes, asadores y ventas en los que aquellas concluyen siempre. El biker común habla de los puertos, lo rompepiernas o trialera que resultó una salida, la belleza de los senderos... En fin, de lo que solemos hablar habitualmente los que practicamos este apasionante deporte. El gastronobiker, no. El gastronobiker se caracteriza por una fijación patológica que le lleva a ser incapaz de pensar en una salida de más de tres horas sin que esta concluya con algún tipo de (auto)homenaje gastronómico.

Cuando relata sus salidas, o durante las mismas, el gastronobiker siempre incluye de manera predominante en su discurso frases como las siguientes: "No veas las chuletas de cordero que sirven en la venta X", "Ni te cuento el besugo a la espalda que nos cepillamos el día que hicimos la ruta Y", "En el asador Z te ponen un vino de la casa que no se lo salta un gitano, por un precio que flipas", "Estoy hasta los güevos de barritas energéticas; en cuanto lleguemos al pueblo H, paramos a comer en un restaurante que conozco yo donde te ponen un chuletón cojonudo por cuatro perras. Luego ya solo nos quedan cinco kilómetros cuesta abajo para llegar al coche...".

Es de justicia decir, no obstante, que casi todos los que nos dedicamos a este noble deporte con una edad (y una forma) que ya no nos permite soñar con el salto al MTB profesional llevamos un gastronobiker dentro que pugna continuamente por salir. Dentro de un orden, el (auto)homenaje gastronómico de cuando en vez supone (no seré yo el que lo niegue) un importante aliciente añadido. Y es que, como alguna vez se ha recogido en este blog, la felicidad  es un plato de huevos rotos con una buena cerveza después de sesenta kilómetros subido a una bicicleta de montaña. Lo importante es que ese gastronobiker que todos llevamos dentro no acabe dominando al biker común, y que el grupete de bikers con el que uno sale no se acabe convirtiendo en una sociedad gastronómica.

¿Acabará MNBC siendo MNGC (Mountain Nogal Gastronomic Club)? No en el futuro próximo. Todavía nos queda mucha guerra que dar, muchos años y muchos kilómetros que recorrer a lomos de nuestras bicicletas. Aunque, de cuando en vez, acabemos con una buena cuchipanda.

Por cierto, ¿para cuándo la próxima cuchipanda de  MNBC? ;-)

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